26 septiembre 2016

La nueva Nit

El nuevo formato y calendario de la Nit de l’Art, inaugurado el año pasado, se ha afianzado en 2016. Todos los sectores implicados se muestran satisfechos. “Cuando el día grande era los jueves”, comenta el galerista Fran Reus –que, por cierto, se encuentra estos días en Madrid, promocionando en Estampa, con éxito en certámenes, sus nuevas firmas–, “se producía un gran atasco entre las 9 y las 11 de la noche, con todo el mundo afluyendo a las mismas horas a las galerías. El agobio generalizado hacía que los aficionados al arte se vieran obligados a elegir entre la oferta, a luchar contra la multitud y, en muchos casos, llegaran a rehuir la fecha. Con el nuevo formato, dedicando el jueves y el viernes a los profesionales y el sábado al público, hemos disfrutado de esa afluencia escalonadamente, entre las seis y las doce de la noche. De hecho hemos podido distinguir sucesivamente el predominio de las familias y el de los más trasnochadores”.

La programación de una mesa redonda con expertos invitados (el jueves) y de visitas guiadas para profesionales del arte (el viernes) ha permitido a los galeristas hacer su trabajo con coleccionistas, críticos y comisarios ordenadamente y “eludiendo la insularidad”. El conocimiento y el establecimiento de lazos entre los profesionales de los distintos sectores del arte con motivo de un evento conocido en toda España, pero hasta ahora poco atendido desde la Península, permite el intercambio de ideas y la confluencia de esfuerzos –eso que ahora se llama sinergia, es decir, la colaboración entre todos los individuos e instituciones interesadas. Y los beneficios de la Nit de l’Art perduran entre los mallorquines gracias al éxito de los recorridos guiados, que siguen celebrándose durante todo septiembre. Cierro el comentario con las primeras palabras que Reus pronuncia decididamente al pedirle un balance: “Muy positivo”. El Mundo-El Día de Baleares.

19 septiembre 2016

Felicidades

De la visita guiada del viernes para profesionales hay que destacar algunas cosas. Lo primero, que está muy solicitada: el éxito del Art Palma Summer y el de esta Nit de l’Art hacen prever un progresivo crecimiento de la demanda de este magnífico servicio. Cuatro grupos esta vez, uno por cada idioma. Entre los usuarios, algunos que repetían con respecto al verano. También algunos –y relevantes– nuevos usuarios: comisarios como Dieter Ronte, el nuevo director del Solleric, Fernando Gómez de la Cuesta, el concejal de Cultura de Palma. Implicación de los artistas y de los galeristas. Un exitazo de Art Palma y del sello que ejecuta estas visitas guiadas, Introart.

Muy bien también –fantástico– Daniel Verbis en Maior por su destreza técnica: un artista muy contemporáneo de sólida formación clásica, que consigue apariencias orgánicas vivas y asombrosos efectos de claroscuro mediante la aplicación del compresor, y una exposición que quiero volver a ver. Interesante también Marcelo Víquez en Kewenig, así como la performance de Joan Morey en L21. Otras exposiciones, no tanto; alguna, una tomadura de pelo. El nivel medio, aceptable, con picos como el de Verbis o Laguens.

Porque cuando uno sabe, las artimañas sobran. Aba Art –encomiable siempre su profesionalidad– trabaja con artistas que sienten un enorme respeto por la materia. Es el caso de Mercedes Laguens, que juega con conceptos poéticos y sociales (hasta políticos, si me apuran) a través de la mera sugerencia. La coherencia de su discurso y su versatilidad hacen inviable una visita rápida. Su conversación la alarga irremediablemente. Estamos de acuerdo en casi todo. Perdemos de vista a la guía, pero vale la pena. Y, el sábado, inauguraciones y el espectáculo social. Completada la Nit de l’Art con una mesa redonda sobre coleccionismo, el jueves en La Misericordia, creo que tenemos que felicitarnos por un brillante vigésimo aniversario. Molts d’anys! El Mundo-El Día de Baleares.

12 septiembre 2016

Joan Costa

Es difícil encontrar un creador que reúna en su obra de forma tan acabada la combinación perfecta de apego al barro y discreta espiritualidad. Es el caso de Joan Costa, cuya obra hemos vuelto a admirar en Palma con motivo de uno de los project rooms más recientes de Aba Art Lab. Costa domina el misterio de la materia: del mármol al hierro fundido, pasando por la pasta de celulosa, la resina o el alabastro, del acrílico a la tinta y a los pigmentos térreos, conoce y emplea los materiales con respeto de artesano y acierto de artista. Pero, al mismo tiempo, o precisamente debido a ello, cada pieza que sale de sus manos alienta con la aspiración de trascender la mera belleza de la materia dominada y elevar el pensamiento. El magnífico monumento al maestro Eak Tai Ahn (The Shadows of Sound), que los palmesanos contemplan cada día en el Borne, es solo una muestra. Además del interesante Thinking Water, correspondiente al mencionado proyecto de las hermanas Bordoy, para un vistazo general y muy documentado de esta poesía matérica de Costa –aparte constituir una estimable antología literaria– es imprescindible el catálogo que publicó en 2008 el Govern con motivo de su exposición itinerante Ondulacions de la Mediterrània. El Mundo-El Día de Baleares.

Acción e inacción

No solamente los artistas. Estaba pensando en pesos pesados como la austríaca Eva Choung-Fux, que acaba de terminar un nuevo ciclo de su pintura escritural, el serbio Velcha Vélchev, el sirio Jorge Azri o el argentino Horacio Sapere, que se afincaron en unas islas que les prestaban el sol mediterráneo y una atmósfera cultural, en su momento, privilegiada). También los galeristas y, cómo no, los coleccionistas: Mallorca atrae a personas relacionadas con el mundo y el mercado del arte procedentes de todo el mundo. Y lo hace porque, afortunadamente, existe la iniciativa privada.

Como al principio del verano, con motivo del Art Palma Summer, esta semana, en vísperas de la tradicional Nit del Art, los galeristas se han puesto de acuerdo para convocar a periodistas especializados, estudiosos y coleccionistas del arte y programar un recorrido guiado en varios idiomas. La edición veraniega de esta visita fue magnífica. De ella surgieron estupendos contactos; conversé con coleccionistas nacionales y extranjeros que estaban felices con la experiencia y que, una vez conocida la oferta, se disponían a seleccionar al día siguiente sus propias rutas con más calma. Artistas y galeristas se beneficiaron así de una iniciativa colectiva bien concebida, bien ejecutada –con pocos puntos mejorables– y basada en el más elemental sentido común.

En un momento en que la gestión cultural pública balear se encuentra sumida en un penoso marasmo, y a la espera de que maduren los primeros frutos del cambio de dirección en la Fundación Palma Espais d’Art, esta iniciativa de Art Palma permite a los galeristas privados seguir manteniéndose a la vanguardia de una política cultural que es de todos. Y no es que toda la oferta se salve: también hay quien abusa de la flexibilidad del canon contemporáneo. Pero solo a través de eventos como este, y no mediante la inacción, será posible depurar esa oferta. El Mundo-El Día de Baleares.

05 septiembre 2016

Joyas bereberes

El embajador Jorge Dezcallar, cuya profesión lo llevó de Rabat al Vaticano y de aquí a Washington, pasando por la dirección del CNI, descansa los veranos en su Valldemossa. Y es aquí donde se entusiasma enseñando su magnífica colección de joyas bereberes, silenciosamente custodiada en la Fundación Coll Bardolet desde 2007 con el apoyo del Govern y del ayuntamiento local. Y digo silenciosamente porque es difícil para el residente o para el turista enterarse de que esta maravilla se encuentra expuesta aquí.

Sería deplorable que la escasísima atención de las autoridades hacia una colección de arte norteafricano que rivaliza con las mejores del mundo ocasionara su fuga hacia entornos más favorables para la cultura. Incluso el catálogo, Joyas bereberes, fue editado en 2009 sin apoyo institucional alguno. Describe en torno a 260 piezas de orfebrería antigua: fíbulas, ajorcas, amuletos, collares, diademas… Un tesoro etnográfico que envidiaría cualquier capital europea.

La relación histórica del mundo bereber con las Baleares y con España en general, la propia filiación mallorquina del coleccionista, el incalculable valor de la colección y el sentido común más elemental señalan a nuestros gestores la obligación de procurar que esa colección se convierta ya, permanentemente, en patrimonio cultural de los mallorquines y reclamo turístico de primer orden. Lo contrario sería ineptitud o mezquindad. El Mundo-El Día de Baleares.