El que será mi primer año de colaboración en Última Hora ha sido gratificante por muchos conceptos. Gracias al apoyo de mis compañeros y de muchos artistas y galeristas mallorquines que asumen los motivos por los cuales la crítica de arte es una labor necesaria, he aprendido mucho en su ejercicio, de febrero acá.
La crítica puede y suele adolecer de muchos vicios: la ignorancia, el diletantismo, el compadreo, la frivolidad, la venalidad, la torpeza, el abuso... Demasiado a menudo, lo que se presenta como comentario no es más que verborrea inane, aderezada con algunos tecnicismos a fin de aparentar fundamento, pero absolutamente inconexa con la obra. Si el crítico no ciñe bien su análisis al discurso artístico, crea un discurso paralelo; y ya sabemos que las paralelas no se cruzan. El perspicaz Flaubert arremetía furiosamente contra los críticos en cuanta ocasión se le ponía a tiro. En su impagable correspondencia con Louise Colet afirmaba que “leer críticas es perder el tiempo”, pues no sirven sino “para fastidiar a los autores y embrutecer al público”. El roanés aseguraba que “se hace crítica cuando no se puede hacer Arte, igual que se hace uno delator cuando no se puede hacer soldado”; y, leyendo a algunos críticos, le concederemos la razón.
Otro modelo lo ofrece el crítico literario canario Jorge Rodríguez Padrón cuando habla del “riesgo que conlleva la decisión de tomar [la palabra] y hacer uso de ella para explorar comportamientos individuales y sociales, y para con ella ponernos frente a nosotros mismos, sin subterfugios, disimulos ni mentiras”. Con estas líneas prologa su libro Salvando las distancias, y con ellas me gustaría renovar mi compromiso con el lector. Molts d’anys! Última Hora.
3 comentarios:
El crítico crea opinión, es leido aunque no se compartan los criterios, es un referente, y la verdad, no se puede gustar a todos.
Siguen devolviendome los e-mail, Juan Luis, pero un saludo desde este blog para que empecéis el año con muy buen pié toda la familia.
Saludos.
¿Quien critica a los críticos? Esta pregunta que en sí podría resultar demagógica, en cuanto a su analogía con otros poderes - recordemos que la crítica como cualquier otro estilo literario, además de ser un arte, es un medio de comunicación, y los medios de comunicación, los mass media, que diría mi querida hermana, son de denominación, el cuarto poder, tras la jodida división de Montesquieu, pero no olvidemos que cuarto o delante del judicial, como últimamente vemos en juicios paralelos, es un medio de comunicación, es al fin y al cabo un poder, como toda información- en fin que por no perderme, los críticos son controlados por el publico, el publico que los lee. Si nadie los lee, nadie tiene conocimientos actualizados sobre una exposición de noveles y no tan noveles, ... por tanto y por no extenderme, como diría Unamuno o incluso el mismimisimo D. Valle Inclan, la intrahistoria es la que manda, el pueblo es lento o rápido pero es, esto ultimo es mió, pero para mi es Catón.
Lo que hace una visita al pediatra, con el hijo de tu compañera sentimental, si es que José, no me tenías que haber dicho nada, je je je
Bueno, tampoco es para tanto eso de la crítica a los críticos, que de todo hay. Yo , para crítico de arte me quedo con Francisco C. Serraller, que por él, se salva todo el gremio.
saludos.
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