05 septiembre 2016

Joyas bereberes

El embajador Jorge Dezcallar, cuya profesión lo llevó de Rabat al Vaticano y de aquí a Washington, pasando por la dirección del CNI, descansa los veranos en su Valldemossa. Y es aquí donde se entusiasma enseñando su magnífica colección de joyas bereberes, silenciosamente custodiada en la Fundación Coll Bardolet desde 2007 con el apoyo del Govern y del ayuntamiento local. Y digo silenciosamente porque es difícil para el residente o para el turista enterarse de que esta maravilla se encuentra expuesta aquí.

Sería deplorable que la escasísima atención de las autoridades hacia una colección de arte norteafricano que rivaliza con las mejores del mundo ocasionara su fuga hacia entornos más favorables para la cultura. Incluso el catálogo, Joyas bereberes, fue editado en 2009 sin apoyo institucional alguno. Describe en torno a 260 piezas de orfebrería antigua: fíbulas, ajorcas, amuletos, collares, diademas… Un tesoro etnográfico que envidiaría cualquier capital europea.

La relación histórica del mundo bereber con las Baleares y con España en general, la propia filiación mallorquina del coleccionista, el incalculable valor de la colección y el sentido común más elemental señalan a nuestros gestores la obligación de procurar que esa colección se convierta ya, permanentemente, en patrimonio cultural de los mallorquines y reclamo turístico de primer orden. Lo contrario sería ineptitud o mezquindad. El Mundo-El Día de Baleares.


3 comentarios:

Guillermo dijo...

De Coll Bardolet, nada: está en una sala del Ayuntamiento, que se encuentra en el piso superior del edificio en el que se ubica esta fundación, sin relación alguna con ella.

Lo deplorable es que el Ayuntamiento de Valldemosa no lo anuncia de ninguna manera y pasa totalmente desapercibida si no se tiene noticia previa.

Es de las colecciones de mayor calidad y belleza que se puede encontrar

Juan dijo...

Gracias por la precisión. Lo cierto es ese lamentable abandono.

Xtina dijo...

Fantástica colección de joyas bereberes!!!! Realmente es una pena que no se valore que esta colección maravillosa, entre las 3 mejores del mundo, esté en Valldemossa en Mallorca. Lleva años en estado de semi-abandono, no consiguieron ponerse de acuerdo para hacer unos carteles como Dios manda por el "lío" de los idiomas, no hay información en la planta baja para que la gente suba y todo el mérito es de un señor apasionado del mundo bereber que invierte sus ahorros en sacar catálogos, hacer vídeos explicativos, carteles, conferencias y, por supuesto, invertir en joyas. Cualquier día vendrá un americano al que le enamore la colección y se la llevará sin pena ni gloria de España para exhibirla allá donde se aprecie mejor.