Óscar Mariné. Days of Glory - ABA Art Contemporani
En el terreno del diseño gráfico y la publicidad, Óscar Mariné (Madrid, 1951) es miembro de una elite internacional que puede presumir de ver sus productos colgados en vallas de todo el mundo, de Los Ángeles a Toquio y de Manila a Copenhague. Una cartera de clientes abrumadora y una actividad titánica (cartelería cinematográfica y publicitaria, imagen corporativa, portadas de libros y discos, diseño de stands, etc.) son prueba de una capacidad de trabajo y una creatividad desbordantes. Contar con portadas en numerosas revistas o haber sido responsable de las campañas de imagen de películas de Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia, Julio Medem, David Trueba o Spike Lee, o de firmas como Swatch, Hugo Boss, Camper, Loewe, Santillana, Vega Sicilia o Absolut (donde compartir escalafón con Warhol es una anécdota sociológica pero muy significativa) son sólo etapas de una carrera brillante y sin aparente desgaste.
En su presente muestra palmesana vuelve a dar el salto a la pintura. Porque, como dice Alejandra Bordoy, entre tanto frío pragmatismo parece no renunciar a la calidez que sólo procuran el óleo y el lienzo. En 2002 mostró en la Galería Almirante de Madrid su serie Wanted, desde una perspectiva pop muy en línea con su desempeño profesional. Hoy parece haber avanzado desde esa postura. Con los rostros en primer plano de Days of Glory ha creado un icono que repite en innumerables versiones, en una especie de expresionismo dulcificado e irónico (me resisto a interpretar el título de la exposición de forma lineal) con recuerdos de Picasso: una de las piezas nos remite inequívocamente a la portada de Mariné para el número especial de El País Semanal dedicado al malagueño universal. Del cotejo de los rasgos, semejantes y diversos, extraemos impresiones no impactantes, abundando en un distanciamiento con respecto a la inmediatez de lo publicitario, pero sí muy persuasivas y de denso calado psicológico: complicidad, suave satisfacción, preocupación serena y siempre una decidida personalidad. Los distintos tratamientos del óleo coinciden en un manejo muy consciente de los contrastes cromáticos; y el uso de mensajes en inglés, lógicamente interiorizado por el autor desde su profesión, sugiere todavía cierto interés por el posible eco popular o mercantil de la obra. Última Hora.
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