09 noviembre 2005

Company: el espacio compartido

Ramon Company. Nexus - ABA Art

La trayectoria artística de Ramon Company (Alcudia, 1973) es el diario de una búsqueda. A lo largo de sus hasta ahora once exposiciones individuales, su trabajo gira en torno a unas claves más o menos constantes, constituyendo en definitiva una especie de suite siempre inconclusa. Las diversas variaciones, sin recurso al estruendo ni efectismo alguno, van enriqueciendo con los años el núcleo intelectual y sensorial de una obra en la que resultan evidentes una sobresaliente voluntad de discurso y una alta densidad meditativa. Por todo ello no es gratuito que en el año que va terminando la obra de Company haya alcanzado aceptación en ferias internacionales de arte como las de Miami y Corea.

En evolución desde imágenes iniciales más desoladas, aunque siempre manteniendo la preferencia por los tonos rojos, anaranjados y terrosos, Company sigue apostando por representaciones fantasmales pero amables del hombre, con una buena dosis de interrogación en su presencia. Los rasgos individuales no existen y los contornos que deberían acotar a esos individuos quedan difuminados, como si lo más relevante de su presencia fuera, hombro con hombro, el contacto entre ellos: distintos pero indistinguibles. Los títulos que iluminan la serie ponen en relación los términos de la habitabilidad (Espai, Home, Habitacle) con los de la comunicación: Nexus. El acabado característico de las piezas de Company, que simula el deterioro del tiempo, la gastadura, el desconchado y la humedad sobre una superficie ya originalmente irregular, contribuye a dotar a la imagen de humanidad. Si en pasadas muestras círculos y laberintos denotaban aislamiento, la figura humana se presenta ahora en su faceta más social: estructuras abiertas, simetrías y repeticiones insisten en los aspectos de orden, cotidianeidad y fluidez que necesariamente conlleva la comunicación. De igual forma, el empleo de patrones geométricos y vegetales manifiesta el anhelo de un espacio cómodo y, por otro lado, devuelve a la memoria decoraciones relacionadas con arquitecturas mediterráneas que, nuevamente, evocan la noción de espacio habitable y compartido que parece permear el conjunto. Colores, textura, técnica y motivos contribuyen a recrear una atmósfera primitivista que acerca la obra al contexto mágico –y, por consiguiente, social– del que el arte tal vez nunca debió desprenderse. Última Hora.

1 comentario:

azuldeblasto dijo...

Caray Juan Luis. Qué bien redacta usted los artículos sobre pintura y pintores.
Un sincero reconocimiento a su labor.

Saludos.